Mientras la temporada avanza, el clima político en Corrientes también empieza a subir de temperatura. La provincia, que ha estado bajo el mismo signo político durante más de dos décadas, enfrenta ahora una encrucijada en la que las decisiones que se tomen en los próximos meses podrían definir el futuro del oficialismo.
El gobernador Gustavo Valdés, que ha logrado consolidar su liderazgo dentro de la alianza gobernante, se encuentra ante un dilema complejo. Si bien su rol como principal figura del espacio lo posiciona como el gran ordenador, el armado político de cara a 2025 requiere movimientos estratégicos que no pongan en riesgo la continuidad del proyecto provincial. En este escenario, la figura del intendente Eduardo Tassano no aparece con la suficiente fuerza como para garantizar una transición ordenada dentro del oficialismo, lo que abre interrogantes sobre el futuro liderazgo del espacio.
El desafío principal radica en la construcción de una alternativa que garantice la continuidad sin fisuras dentro del esquema de poder, evitando cualquier posibilidad de quiebre interno o de avance de sectores opositores. Con la temporada política en plena ebullición, la estrategia que adopte Valdés será clave para definir el rumbo del oficialismo en los próximos años.
