La segunda semana tras la salida parcial del cepo cambiario trajo una sorpresa para el mercado: el dólar inició una marcada tendencia a la baja, que el Gobierno celebró como un síntoma de confianza y estabilidad. Este lunes, el tipo de cambio oficial cerró en $1.094, mientras que el minorista bajó a $1.110 y los financieros retrocedieron hasta un 5%.
El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente Javier Milei destacaron el comportamiento del mercado como una señal de respaldo a las políticas adoptadas. Analistas y fuentes oficiales coinciden en que hay cinco factores clave que explican el desplome de la cotización.
1. La señal presidencial y el “piso” de $1.000
El propio Milei fue claro: el Banco Central no intervendrá en el mercado hasta que el dólar llegue al piso de la banda, fijado en $1.000. Este mensaje funcionó como una señal de que el Gobierno no sostendrá artificialmente el valor del dólar, dejando que flote libremente. El respaldo del FMI con un desembolso de US$ 12.000 millones también reforzó esta postura, consolidando reservas y generando previsibilidad.
2. La presión sobre el campo para que liquide
El oficialismo lanzó un fuerte mensaje al sector agroexportador: vender ahora, antes de que aumenten las retenciones en julio. La advertencia del Presidente hizo que muchos productores comenzaran a liquidar anticipadamente sus granos, en un contexto donde la cosecha gruesa ya empieza a llegar a plantas y puertos. Esta mayor oferta de dólares presiona a la baja la cotización.
3. Caída en la demanda de divisas
Tras el furor de compras apenas se anunció la salida del cepo, la demanda de dólares empezó a moderarse. Con una brecha cambiaria casi nula y la expectativa de una baja adicional, los ahorristas e importadores redujeron sus operaciones. Muchos importadores, además, ya se habían anticipado en marzo comprando insumos, lo que también disminuye la presión actual sobre el mercado.
4. Vuelve el “carry trade”
Con tasas en pesos más atractivas, muchos inversores se volcaron nuevamente al “carry trade”: aprovechar el rendimiento en moneda local mientras se espera una estabilidad cambiaria. Los bancos elevaron las tasas de plazo fijo y, aunque el Banco Central aún no modificó su tasa de referencia, el mensaje es claro: apostar al peso vuelve a ser rentable en el corto plazo.
5. Ingreso de capitales extranjeros
Desde este lunes rige una nueva norma del Banco Central que facilita el acceso al mercado de cambios para inversores no residentes tras un plazo mínimo de permanencia. Esto abre la puerta al ingreso de fondos que podrían volcarse a bonos en pesos, incentivando la inversión en instrumentos locales. El interés por deuda soberana en pesos ya se refleja en subas semanales del 4% al 10%, especialmente en bonos duales.
Un nuevo escenario
El desplome del dólar ocurre en un contexto en el que el Gobierno busca consolidar su programa económico, reforzar reservas y normalizar el mercado. Si bien la baja genera alivio para las cuentas públicas y los precios, los analistas advierten que la sostenibilidad de esta tendencia dependerá de que se mantenga la confianza y no resurjan presiones inflacionarias o políticas que alteren el escenario.
Por ahora, el mercado parece alinearse con la estrategia oficial, y el dólar—al menos por estas semanas—deja de ser el protagonista de los sobresaltos.