El Banco Central oficializó la decisión de bajar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial al 1% mensual. La medida fue anunciada tras la publicación del índice de inflación de diciembre, que se ubicó en 2,7%, consolidando una tendencia a la baja que cerró el 2024 con una inflación anual de 117,8%.
La reducción, anticipada por el presidente Javier Milei, entrará en vigor el 1 de febrero de 2025. Según el comunicado del Banco Central, esta decisión responde a la “consolidación observada en la trayectoria inflacionaria” y a “expectativas de baja de la inflación” en un contexto de recuperación económica y estabilidad en los precios. No obstante, la autoridad monetaria destacó que el ajuste cambiario sigue siendo un “ancla complementaria” para las expectativas inflacionarias.
Impacto en la tasa de interés
Analistas señalan que la reducción del ritmo de devaluación podría venir acompañada de una baja en la tasa de interés. Desde la consultora 1816 explicaron: “Si el crawling peg baja al 1%, es lógico que la tasa también descienda entre 10% y 15%, es decir, entre 300 y 500 puntos básicos respecto al 32% TNA actual”. Este ajuste, aseguran, forma parte de la estrategia gubernamental para fomentar la remonetización de la economía y avanzar hacia el levantamiento del cepo cambiario.
Por su parte, Outlier destacó la relevancia de esta decisión en el equilibrio entre la deuda ajustada por CER y las tasas fijas nominales. “El mercado ya ha internalizado la baja del crawl, pero lo crucial será cómo se articula con otras medidas”, explicaron.
Contexto económico y perspectivas
El panorama económico muestra precios que se estabilizan en torno al 2% mensual desde hace dos meses, según estimaciones de GMA Capital. La consultora observó que, en este marco, “el crawling peg al 1% mensual es más un factor de inercia que un ancla”. Sin embargo, advierten que la devaluación a menor ritmo ya comienza a impactar en el mercado cambiario.
El presidente Milei celebró la medida con un mensaje en redes sociales, destacando la implementación de su política de ajuste controlado del tipo de cambio. La estrategia, en línea con las proyecciones de desinflación, busca consolidar un entorno económico más estable en el mediano plazo.
